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continuando con el filósofo y poeta alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche y sus frases célebres que me encantan, el tema de la semana va dedicado a todo lo que no me ha matado sino que me ha fortalecido en estas 39 ruedas (como dice mi papa). Lo que más te duele y lo que más te hace sufrir es de lo que más aprendes. Como maestros aparecen a lo largo de tu vida personas, retos, vivencias, acontecimientos difíciles y dolorosos que te van marcando y que te hacen aprender, crecer y madurar a la fuerza. Algunos no aprendemos ante el primer maestro, así que la vida se encarga de enviarnos unos cuantos más y cada vez peores hasta que la lección sea aprendida y nos volvamos resilientes como dicen los psicólogos, así desarrollamos la capacidad psicológica para resistir los momentos dolorosos y adversos, y además aprender, crecer y madurar como resultado de estos… BUAJJJ me enrede… soy experta en tropezar de nuevo y con la misma piedra.
Para los afortunados que comenzamos nuestras experiencias emocionales fuertes desde niños tenemos una ventaja sobre los demás, ya que somos capaces de sobrevivir experiencias más difíciles como enfermedades graves, reponernos a las pérdidas de todo tipo e incluso le sacamos provecho porque somos capaces de encontrarle sentido y apreciar el aprendizaje que nos dejaron todos los momentos duros de nuestras vidas… que irónico no??? Por algo me vale tres tiras casarme y descasarme, me duele profundamente perder a un ser querido pero aumento la dosis del antidepresivo y seguimos como si nada, a los que la cagan conmigo los vuelvo transparentes totales y comienzo de nuevo todas las veces que me sea posible, y para terminar de completar desde que me volvieron a diagnosticar con cáncer ya no me importa realmente lo que piense la gente de mi. Como canta Mana “me valeeeeee”.
Pero bueno, el tema de la semana es sobre lo que no me ha matado sino que me ha fortalecido, así que aquí está para ustedes mi espectacular listado del que en próximas semanas hablare en detalle. Solo mencionare algunas cosas que me marcaron de esos eventos en particular.
1. EL DIVORCIO DE MIS PAPAS. Mi mama se encargó de hacer su vida y se llevó a mi hermana y mi papa incapaz de confrontar los problemas se iba de viaje por largos periodos de tiempo dejándome a cargo del negocio familiar, de los empleados, de la finca, de mi misma, todo esto con 14 años. Y todavía me preguntan que de donde saque ese carácter tan teso? Con todo el dolor que me causaste por tus largas ausencias y haciéndome responsable a tan corta edad me hiciste un gran favor. Me hice sola, me termine de criar, manejaba mi propia plata, escogía a mis amigos, elegía si quería o no meter droga (honestamente no lo hice no porque no tuviera la oportunidad, sino porque si he sido incapaz de dejar el chocolate que tanto daño me hace, que tal probando algún perico o maracachafa? De esa no me sacaba nadie). Por todo ese aprendizaje a la brava, Gracias Papa!
2. LA ECHADA DE LA CASA POR METER LAS PATAS. Recuerdo a mi mama al teléfono aquel 15 de noviembre del 96, quien como todos los domingos me llamaba a saludar y a preguntar sobre los acontecimientos semanales y le di un saludo simple seguido de la fatídica frase: “tengo un problema”. Aún recuerdo como me dijo: “el único problema que tú puedes tener es que estés embarazada, eso sí es un problema”. Por supuesto le conteste: “ese es el problema que tengo”. Me colgó. Lo que paso después fue caótico. Insultos y peleas, reclamos de los dos lados, culpabilidades de los dos lados… al final, me quede estudiando en Bucaramanga, valiéndome por mis propios medios, trabajando de domingo a domingo como profesora, maquilladora, organizadora de eventos, lavando platos, cocinando y regateando precios en las plazas de mercado para que me alcanzara lo que me ganaba. Gracias Papas por echarme al agua sin saber nadar!
3. EL CANCER DE CUELLO UTERINO. La primera vez y a los 22 fue algo así como una explosión en mi cabeza. No entendía la gravedad del asunto sino hasta cuando en la Liga contra el Cáncer comenzaron a explicarme todo el procedimiento de lo que me harían y la clase de carcinoma que tenía. Después de 3 años de tratamiento dije que si me repetía esa vaina no me haría nada más. Hoy, con mi segunda vez a los 39 me toca tragarme mis palabras porque uno nunca deja de ser mama y este man así tenga 80 años sufrirá igual mi ausencia, así que por segunda vez aquí estamos firmes con toda a matar a ese hp carcinoma.
4. LO QUE QUEDA DE MI COLON IRRITABLE. Este es tema para un post completo. Mi colon y yo. O más bien lo que queda de él. Por su culpa conozco todos los baños de los aeropuertos, aviones, restaurantes, centros comerciales, peluquerías, médicos, universidades… eso sin contar los montes, potreros, carreteras, mejor no menciono más ya que lo contare en detalle próximamente.
5. LA MUERTE DE MI SOFIA. Sin palabras. No hay ningún dolor que se compare con el de ver morir a un hijo.
6. MIS 3 DIVORCIOS. Los 3 son dolores diferentes. Con rencores, odios profundos y viscerales. Con pesar por el tiempo perdido pero también con agradecimientos por las experiencias vividas tanto buenas como malas.
7. LOS JEFES HP. Recuerdo 3 en especial que han marcado mi vida profesional, que me hicieron llorar muchísimo y de los que aprendí también mucho. A uno me provocaba matarlo durante mucho tiempo, hoy no siento dolor, solo reconocimiento de que aprendí mucho de él.
Como enfrentar estas experiencias que marcan tu vida?.. mieeee, no sé qué decir, yo solo sé que a pesar del dolor, en algún momento me detengo a pensar en las cosas buenas de mi vida que aún tengo la posibilidad de disfrutar a pesar del evento, en lugar de enfocarme en lo que he perdido. En general hay que buscar los posibles beneficios de la experiencia, incluyendo las ventajas o cosas positivas de la situación, las enseñanzas que recibes sobre ti mismo(a), de la vida, de las cosas que son más importantes, como dicen los curas, psicólogos, orientadores espirituales, entre otros: busca el sentido espiritual de la experiencia, descubre tu misión y propósito de vida, tus valores, redescubre tu relación con Dios y reflexiona acerca de cómo esta experiencia te podría estar “preparando” psicológica y espiritualmente para vivir una vida más plena, madura y satisfactoria. Además, recurro a mis frases favoritas de autoayuda: “esta vaina esta tesa, pero no es el fin del mundo”, “hay gente que ha pasado por cosas peores”, “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, “He pasado por cosas similares antes y aquí estoy”, “Algo tengo que aprender de esta experiencia”, “La vida sigue y mientras hay vida hay esperanza”, y la mejor de todas “Dios sabe lo que hace”.
Para mí a veces es difícil ver la vida con gratitud, pero lo intento a diario enfocándome en los eventos positivos de mi vida, para que me hagan más fuerte y feliz y más agradecida ante la vida y me ayuda a combatir la tendencia natural de menospreciar o minimizar las cosas buenas que me pasan. Recuerda que la vida puede ser nuestro mejor campo de entrenamiento para fortalecer nuestra capacidad para confrontar y sobreponernos a eventos potencialmente dolorosos en el futuro. El buscar en mi vida diaria las oportunidades para aprender, afinar, perfeccionar nuevas y más sofisticadas habilidades intelectuales, personales, emocionales y psicológicas me hace más fuerte para resistir, sobreponerme y aprender de las situaciones dolorosas que sin duda seguiré confrontado, en menor o mayor grado, durante el tiempo que me quede.
Ya no te quejes y busca los beneficios de la experiencia, mira el lado positivo que no todo es tan malo y de todo se aprende, así que cuando del cielo te caigan limones aprende a hacer limonada y si las vacas algún día vuelan y del cielo te caen plastas de mierda.. pues, que te diré.. disfruta el baño de mierdita caliente y aprende a hacer abono.
Feliz semana!
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