sábado, 3 de enero de 2015

A MI TAMBIEN ME DIERON EN LA JETA EN UN CONCIERTO

Y fue horrible. Por ese acontecimiento fatídico no creo que me den más ganas de ir a conciertos o al menos a las localidades a donde va todo el mundo como ganado.  

Sucedió el pasado 28 de diciembre en el Estadio de Futbol de Cartagena, lugar en el que desde hace varios años organizan un concierto de fin de año en donde traen a varios artistas reconocidos. Muy juiciosas con nuestro trio maravilla, todos los años compramos las boletas para asistir a la misma localidad (occidental), porque sale más barato y porque nos dimos cuenta que podemos disfrutar el concierto igual que en palco sin que nos cueste más y la pasamos sabroso porque no tomamos mucho así que nos divertimos con poco. Ese día no iba a ser la excepción, a pesar de que debía estar a las 7 de la mañana en el aeropuerto para viajar rumbo a mi nueva vida. Como todos los años, hicimos fila desde las 4 de la tarde, con las mismas peleas de siempre porque la negra quería que la recogiéramos y no cabía en el taxi, porque alguna llego temprano y no iba a hacer la fila sola, porque hacía mucho calor y olía raro en la fila, etc. Y así llegamos, con la misma pinta de todos los años y dispuestas a plantonearnos por al menos 3 horas antes de entrar.

En esta oportunidad se nos pegó al plan mi amigo el cachas, quien me insto a colarnos en la fila para no esperar tanto. De entrada a pesar de mi preocupación porque nos lincharan me envalentone y le dije: hágale parce, lo máximo que nos puede pasar es que nos saquen y nos devolvemos a nuestro puesto. Fue así que con gritos, empujones y olores sospechosos en ese apretujamiento mal llamado fila, ingresamos al estadio al menos 2 horas antes que el resto de nuestro combo. Como siempre, nos dirigimos al puesto de todos los años y separamos 10 sillas de acuerdo al número de integrantes de nuestro grupo en esta oportunidad. Todo iba perfecto! A las 7 en punto comenzó a cantar John EFE “el Prefe” de acuerdo a la programación y al ritmo de champeta se comenzó a calentar el estadio. 

A eso de las 7 y media se formó el despelote.. Vinieron a quitarnos nuestros puestos y de la nada terminamos envueltos en una pelea descomunal y me dieron como lo dije antes: en la jeta! De vaina no me sacaron un ojo. Lo peor es que todo el estadio se dio cuenta y hasta fotos nos tomaron. Afortunadamente la tribuna nos apoyó y la policía saco al combo de revoltosos que nos quisieron quitar los puestos y al son de Gilberto Santarosa y después de mucho hielo y un par de calmantes pudimos continuar con el concierto… pero ya pa que.. Ya no quería seguir en ese plan. Me aguante un poco, pero a las 12 en plena presentación de Daddy Yankee me salí del concierto. 

Días después de lo sucedido aun pienso que pudo haber pasado para que esta gente reaccionara así y como pudimos evitar el mal rato. Siempre he sabido que hay personas que disfrutan atormentando a otras, insultándolas o molestándolas debido a que ellos mismos son inseguros, es por esto que lo que esperan es obtener una reacción de su “victima” buscando una respuesta de su parte. Hay que responder o no hacer nada? En mi caso, a mí me “halaron del pelo” y yo respondí con un puño en un brazo como mecanismo de defensa para que me soltaran, pero la provocación iba en aumento y yo sentía como dentro de mi algo negativo se gestaba. Pero como todo malo es cobarde, me quede inmóvil y presa del pánico, viendo como el cachaco se convirtió en una fiera y repartió puño a diestra y siniestra cual boxeador alimentado con purina y pescado desde el nacimiento. Cuando llegaron la negra y Vicky después del susto inicial por mi ojo golpeado, procedieron a burlarse con el cuento de que eso era karma por todo lo que les hice a las niñas del colegio cuando estábamos chiquitas. 

Como una consumada montadora desde la infancia recordé después de varios días lo que esperaba de la gente cuando iniciaba una pelea, es por esto que me atrevo a otorgar de manera muy humilde los siguientes consejos para que dejen de ser tan huevas: (aunque después de lo que me hicieron comprendí que esos días míos acabaron hace rato). Igual les regalo mis consejos, porque este es mi blog y escribo lo que me da la gana! Jejeje

1. Un montador profesional no inicia peleas sin motivo. Piensa en lo que espera conseguir de ti. ¿Espera que llores como niñita o que te desmorones? ¿Está tratando de iniciar una discusión? Piensa antes de reaccionar, ya que no puedes darle la satisfacción de molestarte. Si lo logra, perdiste! Este era mi principal recurso usado para sacar a otras niñas de la fila del recreo y siempre funcionaba!

2. Usa el lugar del incidente para tu ventaja. Lo más probable es que la persona que te insulta en público esté tratando de bajar tu estatus social y de elevar el suyo. Una persona que te tiene en la mira cuando estás por tu cuenta espera encontrarte vulnerable. Si están en público, consigue gente que se ponga de tu lado. Si tienes amigos alrededor, párate junto a ellos para que parezcas más fuerte. Si estás solitario como el llanero, no te sientas débil. Permanece fuerte y míralo a la cara, así lo desarmas y significa que puedes avergonzarlo. Si no lo haces, en vez de verte como un par, te seguirán viendo como un perdedor. El patio del recreo era mi mejor arma, la que no era capaz de confrontarme quedaba marcada para siempre. 

3. Aléjate de la situación si es posible. Los montadores toman cualquier reacción como un estímulo para continuar. La forma más fácil de calmar la situación es no dejar que suceda en absoluto. Continúa con lo que estés haciendo como si nada y lleva tu atención a otra parte. Esto puede hacer que el que te quiera joder se eche para atrás. Así de sencillo, la que no me respondía y no me miraba la dejaba a un lado y punto. Nadie ganaba, nadie perdía. 

4. Pregúntale qué es lo que quiere. A veces, simplemente con preguntarle a tu agresor "¿aja, que es lo que quieres?" es suficiente para que se retracte. Ahí siempre pensaba: “ah vaina, tiene temple la pelaita está”.

5. Cámbiale el tema. Por ejemplo, si la persona te mama gallo o te la monta por tu forma de vestir, puedes responderle: "Sí, es cierto, cuéntame donde compras tu ropa?" Esto hará que lo desarmes y a lo mejor hasta se convierta en tu amigo. Me paso un par de veces y hoy son mis amigas y aun soy su asesora de imagen.

6. Avísales a tus amigos para que te ayuden. Si el insulto o burla se está convirtiendo en algo habitual, invita a tus amigos a que no te dejen solo(a). A los montadores les encanta tener objetivos aislados y normalmente se echan para atrás cuando hay un grupo. En grupo no se ataca a nadie. Se te puede convertir en un boomerang, por lo que es mejor dejar quieta a la víctima cuando esta acompañada.

7. Consigue ayuda de una figura de autoridad como último recurso. Considera "acusar" al montador sólo como última opción. Los castigos invitan represalias y no quieres que vuelva por venganza. Pero, si una situación se está volviendo peligrosa o difícil de manejar, busca a un policía para que te ayude. Y prepárate porque si aún estas en el colegio y acusas a tu montador con un profesor, que no te coja solito(a), porque estas frito!

Qué tiempos aquellos ah?? Como olvidar cuando le pegaba esos arrastrones a Ana María o a Eliana en las canecas naranjas del colegio.. O como cuando les echaba pica pica a todos los baños y las pobres tenían que correr a la enfermería por alcohol.. 

En fin, en todo caso no creo que vuelva a un concierto si me toca ir como ganado. Negra y Vicky, procuren ahorrar desde ya porque el próximo concierto si estoy en Colombia toco palco.

Feliz Semana!

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