Y fue horrible. Por ese acontecimiento fatídico no creo que me den
más ganas de ir a conciertos o al menos a las localidades a donde va todo el
mundo como ganado.
Sucedió el pasado 28 de diciembre en el Estadio de Futbol de
Cartagena, lugar en el que desde hace varios años organizan un concierto de fin
de año en donde traen a varios artistas reconocidos. Muy juiciosas con nuestro
trio maravilla, todos los años compramos las boletas para asistir a la misma
localidad (occidental), porque sale más barato y porque nos dimos cuenta que
podemos disfrutar el concierto igual que en palco sin que nos cueste más y la
pasamos sabroso porque no tomamos mucho así que nos divertimos con poco. Ese día
no iba a ser la excepción, a pesar de que debía estar a las 7 de la mañana en
el aeropuerto para viajar rumbo a mi nueva vida. Como todos los años, hicimos
fila desde las 4 de la tarde, con las mismas peleas de siempre porque la negra
quería que la recogiéramos y no cabía en el taxi, porque alguna llego temprano
y no iba a hacer la fila sola, porque hacía mucho calor y olía raro en la fila,
etc. Y así llegamos, con la misma pinta de todos los años y dispuestas a
plantonearnos por al menos 3 horas antes de entrar.
En esta oportunidad se nos pegó al plan mi amigo el cachas, quien
me insto a colarnos en la fila para no esperar tanto. De entrada a pesar de mi
preocupación porque nos lincharan me envalentone y le dije: hágale parce, lo
máximo que nos puede pasar es que nos saquen y nos devolvemos a nuestro puesto.
Fue así que con gritos, empujones y olores sospechosos en ese apretujamiento
mal llamado fila, ingresamos al estadio al menos 2 horas antes que el resto de
nuestro combo. Como siempre, nos dirigimos al puesto de todos los años y
separamos 10 sillas de acuerdo al número de integrantes de nuestro grupo en
esta oportunidad. Todo iba perfecto! A las 7 en punto comenzó a cantar John EFE
“el Prefe” de acuerdo a la programación y al ritmo de champeta se comenzó a
calentar el estadio.
A eso de las 7 y media se formó el despelote.. Vinieron a
quitarnos nuestros puestos y de la nada terminamos envueltos en una pelea
descomunal y me dieron como lo dije antes: en la jeta! De vaina no me sacaron
un ojo. Lo peor es que todo el estadio se dio cuenta y hasta fotos nos tomaron.
Afortunadamente la tribuna nos apoyó y la policía saco al combo de revoltosos
que nos quisieron quitar los puestos y al son de Gilberto Santarosa y después
de mucho hielo y un par de calmantes pudimos continuar con el concierto… pero
ya pa que.. Ya no quería seguir en ese plan. Me aguante un poco, pero a las 12
en plena presentación de Daddy Yankee me salí del concierto.
Días después de lo sucedido aun pienso que pudo haber pasado para
que esta gente reaccionara así y como pudimos evitar el mal rato. Siempre he
sabido que hay personas que disfrutan atormentando a otras, insultándolas o
molestándolas debido a que ellos mismos son inseguros, es por esto que lo que
esperan es obtener una reacción de su “victima” buscando una respuesta de su
parte. Hay que responder o no hacer nada? En mi caso, a mí me “halaron del
pelo” y yo respondí con un puño en un brazo como mecanismo de defensa para que
me soltaran, pero la provocación iba en aumento y yo sentía como dentro de mi
algo negativo se gestaba. Pero como todo malo es cobarde, me quede inmóvil y
presa del pánico, viendo como el cachaco se convirtió en una fiera y repartió puño
a diestra y siniestra cual boxeador alimentado con purina y pescado desde el
nacimiento. Cuando llegaron la negra y Vicky después del susto inicial por mi
ojo golpeado, procedieron a burlarse con el cuento de que eso era karma por
todo lo que les hice a las niñas del colegio cuando estábamos chiquitas.
Como una consumada montadora desde la infancia recordé después de
varios días lo que esperaba de la gente cuando iniciaba una pelea, es por esto
que me atrevo a otorgar de manera muy humilde los siguientes consejos para que
dejen de ser tan huevas: (aunque después de lo que me hicieron comprendí que
esos días míos acabaron hace rato). Igual les regalo mis consejos, porque este
es mi blog y escribo lo que me da la gana! Jejeje
1. Un montador profesional no inicia peleas sin motivo. Piensa en
lo que espera conseguir de ti. ¿Espera que llores como niñita o que te
desmorones? ¿Está tratando de iniciar una discusión? Piensa antes de
reaccionar, ya que no puedes darle la satisfacción de molestarte. Si lo logra,
perdiste! Este era mi principal recurso usado para sacar a otras niñas de la
fila del recreo y siempre funcionaba!
2. Usa el lugar del incidente para tu ventaja. Lo más probable es
que la persona que te insulta en público esté tratando de bajar tu estatus
social y de elevar el suyo. Una persona que te tiene en la mira cuando estás
por tu cuenta espera encontrarte vulnerable. Si están en público, consigue
gente que se ponga de tu lado. Si tienes amigos alrededor, párate junto a ellos
para que parezcas más fuerte. Si estás solitario como el llanero, no te sientas
débil. Permanece fuerte y míralo a la cara, así lo desarmas y significa que
puedes avergonzarlo. Si no lo haces, en vez de verte como un par, te seguirán
viendo como un perdedor. El patio del recreo era mi mejor arma, la que no era
capaz de confrontarme quedaba marcada para siempre.
3. Aléjate de la situación si es posible. Los montadores toman
cualquier reacción como un estímulo para continuar. La forma más fácil de
calmar la situación es no dejar que suceda en absoluto. Continúa con lo que estés
haciendo como si nada y lleva tu atención a otra parte. Esto puede hacer que el
que te quiera joder se eche para atrás. Así de sencillo, la que no me respondía
y no me miraba la dejaba a un lado y punto. Nadie ganaba, nadie perdía.
4. Pregúntale qué es lo que quiere. A veces, simplemente con
preguntarle a tu agresor "¿aja, que es lo que quieres?" es suficiente
para que se retracte. Ahí siempre pensaba: “ah vaina, tiene temple la pelaita está”.
5. Cámbiale el tema. Por ejemplo, si la persona te mama gallo o te
la monta por tu forma de vestir, puedes responderle: "Sí, es cierto,
cuéntame donde compras tu ropa?" Esto hará que lo desarmes y a lo mejor
hasta se convierta en tu amigo. Me paso un par de veces y hoy son mis amigas y
aun soy su asesora de imagen.
6. Avísales a tus amigos para que te ayuden. Si el insulto o burla
se está convirtiendo en algo habitual, invita a tus amigos a que no te dejen
solo(a). A los montadores les encanta tener objetivos aislados y normalmente se
echan para atrás cuando hay un grupo. En grupo no se ataca a nadie. Se te puede
convertir en un boomerang, por lo que es mejor dejar quieta a la víctima cuando
esta acompañada.
7. Consigue ayuda de una figura de autoridad como último recurso.
Considera "acusar" al montador sólo como última opción. Los castigos
invitan represalias y no quieres que vuelva por venganza. Pero, si una
situación se está volviendo peligrosa o difícil de manejar, busca a un policía
para que te ayude. Y prepárate porque si aún estas en el colegio y acusas a tu
montador con un profesor, que no te coja solito(a), porque estas frito!
Qué tiempos aquellos ah?? Como olvidar cuando le pegaba esos
arrastrones a Ana María o a Eliana en las canecas naranjas del colegio.. O como
cuando les echaba pica pica a todos los baños y las pobres tenían que correr a
la enfermería por alcohol..
En fin, en todo caso no creo que vuelva a un concierto si me toca
ir como ganado. Negra y Vicky, procuren ahorrar desde ya porque el próximo
concierto si estoy en Colombia toco palco.
Feliz Semana!
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