VIEJO, MI QUERIDO VIEJO

Cuando mis papas decidieron separarse, la noticia aunque cayó como balde de agua en la familia, era crónica de una muerte anunciada. Yo lo esperaba y hasta lo ansiaba. Estaba MAMADA de ver peloteras a diario y mi hermana y yo parecíamos un par de veletas sin rumbo. 

El divorcio en estos tiempos es de lo más natural, yo misma llevo 3, pero para la época en que mis papas lo hicieron aún era considerado un escándalo y además la mujer tachada de bruta por no aguantar las vainas del marido y a los hijos producto del extinto matrimonio nos miraban primero con lastima, luego con recelo y por ultimo como parias porque nunca teníamos quienes nos representaran en las reuniones del colegio. En las fiestas familiares perdíamos toda identidad, además en mi caso me volví rebelde sin causa y hacia todo lo posible por fastidiar al que se me atravesara. Mi mama se encargó de hacer su vida y se llevó a mi hermana y mi papa incapaz de confrontar los problemas se iba de viaje por largos periodos de tiempo dejándome a cargo del negocio familiar, de los empleados, de la finca, de mi misma, todo esto con 14 años. Y todavía me preguntan que de donde saque ese carácter tan teso? Con todo el dolor que me causaste por tus largas ausencias y haciéndome responsable a tan corta edad me hiciste un gran favor. Me hice sola, me termine de criar sola, de manejar mi propia plata, de escoger a mis amigos, de elegir si quería o no meter droga (honestamente no lo hice no porque no tuviera la oportunidad sino porque si he sido incapaz de dejar el chocolate que tanto daño me hace, que tal probando algún perico o maracachafa? De esa no me sacaba nadie). Por todo ese aprendizaje a la brava, Gracias Papa! 

Hoy estas en el retiro de Emaús y voy a aprovechar mi blog para compartir con todos la carta que te enviare porque increíblemente y como casualidad divina, a ti estaba dedicado el tema de la semana y antes de que Jackeline me avisara que te enviara una carta, ya llevaba muy avanzado lo que hoy te envío. 

Mí querido, amargado, piedrero, amoroso y tierno papa. Es increíble cómo puedes a veces ser el hombre más duro del mundo y también el más amoroso y tierno. Me encanta ver como mis hermanos menores te maman gallo cuando coges rabia y dices todas las vulgaridades que te sabes. Contigo aprendí de esos contrastes de carácter en el mismo día y cómo lidiarlos cuando vivíamos solos. Es curioso pero cuando normalmente los mejores recuerdos de la adolescencia los tenemos las mujeres con nuestras mamas, mis recuerdos de niñez y adolescencia están ligados ti. Fuiste tú quien me ayudo cuando me llego mi primer periodo, me ensenaste a montar bici, a manejar, a disfrutar del patacón con queso en los kioscos del muelle de los pegasos acompañados de un buen milo, a meternos en el mercado de Bazurto a comer huevo cocido con pony malta, postas de pescado frito con su respectivo “tolete de yuca” y a comer hicotea en el original puesto de Socorro. Aprendí a nadar hasta la rayita (señalando la raya que separa el cielo y el mar en la distancia), me decías que era tu cetáceo favorito, (hasta que supe que el significado de cetáceo era ballena). Juntos íbamos a cine, a piokikar, a crepsar, a heladear en mimirris, (no sé porque se nos dio por inventar un nombre propio a los planes familiares), pero el plan que más me encantaba era ir a la playa juntos, con tu tanga narizona (siempre orgulloso de ser cachaco) y con el tronco de cuerpo de Mr. Colombia que siempre tuviste para jugar juntos al espectáculo circense nunca antes visto “un cetáceo sobre un equino”. Nojoda papa! Tú eras la cagada!.. Mis manos, mis ojos, mi nariz, mis orejotas que parecen empanadas de $5,000 y hasta mi hp genio te lo saque a ti. Que orgullo tan grande ser tu hija y parecerme tanto a ti!

Contigo aprendí que las personas valen por lo que son, no por lo que tienen y que yo debía hacer cosas dignas de escribirse y de recordarse, y no conformarme con ser alguien del montón.. Que me recordaran por buena o por mala, pero que al menos supieran quien era yo. Hasta me decías: “tú conoces a Yiseth Caicedo?.. Esa es una hptaaaa”.. Y rematabas: “pero te conocen”.. Te imaginas que pregunten por ti y nadie sepa quién eres?.. Eso no lo quiero para ti. Hoy le digo lo mismo a Mau, con los mismos ejemplos que tú me ponías. Regalabas todo lo que podías, le dabas de comer a todos los que conocías y a los que no y compartías todo lo tuyo con cualquier persona. Aun eres así. Yo soy así y me siento orgullosa de ser tan generosa como tú.  Solo tu eres capaz de decirme que ya no me case y que mas bien consiga un "quiubo y palante" con tal de no verme sufrir mas, pero tambien te burlas y me mamas gallo diciendome: "Pilas que no hay 5to malo".

Mi viejo, que hombre más curioso y raro eres. Porque coleccionabas tantas cosas? 

El primer antojo e intento de colección fueron los canarios. Tenías al menos una docena y todos los días muy temprano les silbabas y les hablabas porque según tú, debías hacerlo para que se acostumbraran a tu voz y se estimularan para cantar mucho más y mejor. Esta costumbre la tomaste de los trabajadores que pasaban a las construcciones vecinas quienes en su mayoría llevaban en una jaulita su canario cazado en el monte para que les cantara y alegrara el día mientras levantaban muros o repellaban paredes. Ay papa, aun me acuerdo y sonrío viéndote con un cafecito en la mano y hablándole a los canarios. 

Un día quisiste ser ciclista y no paraste hasta conseguir ganar en todas las categorías del ciclismo recreativo de Bolívar. En vez de una o dos bicicletas, llegaste a tener 17 y en una borrachera (eso es inusual en ti) con mi cuñado y uno de mis ex hasta les dijiste que les ibas a dar de herencia a cada uno, la que eligieran. Al día siguiente lo único que decías era: ojo que la palabra de borracho no vale!. Ese ha sido el antojo que más te ha durado. No sigues montando porque ya te duelen mucho las rodillas y la columna, eso sí, jamás aceptaras que son los achaques de la edad. Ya deja de inventar con la bicicleta, ve a la playa a caminar que si te caes montando te puedes fracturar algo y esos huesos tuyos ya no pegan. 

Otro día quisiste ser gallero. Alguien te regalo un gallo blanco de patas azules al que le pusiste “El Ángel del Camino” y dijiste: “lo tengo alimentado a punta de ají picante y tachuelas porque es un campeón, y lo pongo a pelear 13 veces y luego a que monte gallinas”. En efecto, tu “Ángel del camino” peleo 13 veces y en todas gano. No hiciste plata con él porque nunca te ha gustado apostar, solo lo ponías a pelear por el placer de verlo ganar. En esa locura llegue al menos a contar una docena de gallos de pelea en el patio de mi casa y al menos el doble de gallinas y el triple en pollitos. Aquel escandalo desde las 4 am no se lo deseo a nadie. Hasta que un día te aburriste y los regalaste a todos. Que habrá sido de la dinastía de Gallos, gallinas y pollos descendientes del “Ángel del Camino”?

También quisiste ser criador de pájaros. Construiste una jaula de al menos 10m2, en donde como si fueras un “Noé (pero de pájaros)”, metiste a cuanta pareja de aves que encontrabas (a excepción de gallinas y avestruces, ahí había de todo!). Muchas personas iban a ver ese aviario y a tomarle fotos porque no era normal tener tantas aves juntas en un mismo lugar. En esa época no había ninguna autoridad ambiental que controlara nada de esto, porque seguramente te hubieran decomisado tooooodos esos pájaros y además te hubieras ganado semejante multa!. Además tragaban todo el día. Había un muchacho que se encargaba de alimentarlos 2 veces al día con pan con leche, agua, frutas y a los búhos, halcones y carroñeros había que darles carne. Comían mejor que yo, sin lugar a dudas. Cuantos había? Aun no sé, calculo que al menos más de 100 pero fueron desapareciendo con el tiempo. Los regalaste o los vendiste?.. Ni idea que hiciste con los pájaros. Cuando me fui a estudiar a la UIS no supe más de ellos.

Y también coleccionaste bonsáis! Y como era de esperarse, había al menos 50. Mientras más raros mejores. Habían arbolitos enanitos de tamarindo, plátano y otros frutales que no sé cómo hiciste para conseguirlos así. Incluso tú mismo aprendiste leyendo como podarlos, como cortarles las raíces para que no crecieran y como debías cuidarlos. Prácticamente solo los bonsáis sobrevivieron a la extinción de todas las colecciones, a lo mejor porque eran matas y pasaban inadvertidas en el paisaje. 

Y ni hablemos de los cuadros, (que aun tienes montones que se están dañando en el cuarto de San Alejo de tu casa), muebles y objetos antiguos que hacían que nuestra casa pareciera un museo, la colección de helechos, la colección de LPs de Boleros, (Hasta un bar alcanzaste a tener porque la colección era tan grande que fácilmente podías poner música sin repetirla), y creo que por ultimo pero no menos relevante: Los peces!.. Como anécdota maravillosa recuerdo con frecuencia que Nicolás (mi sobrino) encontró una vez el acuario de tu casa en el piso porque lo estabas limpiando y Nico creyó que era una perfecta oportunidad para pescarlos y darles besos a los peces. Acabo con todos. Te toco renovar el acuario a la fuerza. 

Te agradezco por tanto amor recibido y te pido perdón por todas las veces que te hice sufrir, cuando te defraude o cuando sé que esperabas más de mí. No te sientas mal, hiciste un gran trabajo así me hayas completado con orines. Estoy muy orgullosa de ser tu hija mayor y de ser tan hombrecito como quisiste que fuera, una mujer fuerte, emprendedora y decidida a todo. Me encanta ser tu hija preferida (a todos nos echas el mismo cuento), porque tú eres ese hombre valiente y admirable que amo y que respeto... ese hombre grande que me llena de orgullo, con sus cabellos blancos y su mirada dulce y tierna... Y tus manos, papito, toscas por el trabajo, lleno de cicatrices del tiempo... aquel tiempo en que empeñaste tu fuerza y constancia para darme una vida mejor. ¡Y lo lograste, papito querido! Lo lograste, porque mírame aquí, con ese amor profundo hacia ti, y también con ese temor de que un día te marches y me dejes sola. Gracias por mis hermanos (los tuyos con jacke, los de jacke y la nantia con mi mama) y por supuesto, gracias por Jackeline, estoy muy feliz de que la hayas elegido como tu compañera porque se que con ella eres muy feliz y que nadie te ama y te respeta como lo hace ella.  

Te extraño como nunca papito y me encanta poder decirte cuando hablamos cuanto te amo. Siempre estas presente en mi mente y en mi corazón y le pido a Dios que me permita seguir viéndote por muchísimos años más. Desde la distancia te mando un gran y fuerte abrazo y te digo con mucho amor que no necesito de un día especial para decirte lo mucho que te amo... y que anhelo el día en el que nos volvamos a ver para enredarme entre tus brazos, como cuando era una niña y escuchar los latidos de tu corazón.

Te amo papá... te amo infinitamente,

Tu Rosfos.