Quien no
ha tenido miedo?.. Yo digo en voz alta: “no
le temo a nada” pero no es sino que me tropiece con una cucaracha para
sentir una mezcla de repulsión, asco, y otras cuantas cosillas en mi interior..
“guacatelaaaa!!!!” pero sé claramente
que se traduce en una sola cosa: MIEDO.
Le tengo más temor a las cucarachas y a las ratas que a cualquier cosa
en la faz de la tierra.
También
hay otros miedos que todos tenemos y que experimentamos en algún momento de
nuestras vidas y ese es el tema de la semana.
Desde ya les advierto: no voy a tocar el miedo a la soledad. Ese que nos envuelve a los que hemos tenido
heridas profundas por amor y que inevitable nos hace sufrir, pensar y cantar: “porque a mi???”.. “solaaa otra veeez” “quítame a
ese hombre del corazón…” y todas las canciones que se te ocurran de
despecho. Ese miedo es difícil de
enfrentar, apenas estoy aprendiendo a superarlo y como no tengo consejos que
dar: NO VOY A DISERTAR SOBRE EL TEMA.
Como enfrentar
los miedos?? Para ponerle el pecho a los miedos hay que tener algo que se llama
VALOR. Ese que hace falta para detener a
un ratero (una vez casi le parto el brazo a uno que me quería robar una cadena
en Bucaramanga a mis tiernos 18 añitos), o tener esa conversación que estas
aplazando desde hace días con tu pareja cuando te dice o te escribe: “tenemos que hablar”. El valor es ese
empujón que te falta para dejar de titubear y mantenerte en control hasta el
final, sin importar nada más.
Aquí va mi conteo de algunos miedos más populares y como hacerles
frente.
1. MIEDO A TODO LO QUE SE ARRASTRE,
CORRA Y VUELA.. (no precisamente de los que van a la cazuela). Conozco muchos casos de personas que se paralizan
literalmente al ver un bichito (así sea minúsculo). Este miedo intenso puede bloquear la corteza
frontal de tu cerebro, que es la parte que se responsabiliza de la lógica..
Como tú te bloqueas, no razonas y por ende gritas como niñitaaaa (así seas el
macho alfa entre tus amigos!). Así como
los hombres lloran, también los hombres gritan y más cuando ven un murcielaguito,
cucarachita, ratoncitos y arañitas.. frescos que no les voy a dar duro
hoy!. Para enfrentar a esos siniestros
animales, tu trabajo consiste en suprimir esa ansiedad que te produce verlos.
Lo mejor es que rápidamente reacciones como reaccionaba mi mamá cuando yo hacia
algún daño en la casa y aparecía con “la chancleta más rápida del oeste”. Ocupa tu mente rápidamente con algo para que
no tomes la actitud de "Esta araña me va a matar”, revisa lo que te rodea
(ármate del palo de la escoba) y controla tus nervios antes de hacer cualquier
cosa. En últimas, llama a alguien!! Piensa algo: todos los animales a los que
temes te tienen más miedo a ti de lo que tú a ellos! O les haces frente o sales
de la escena sin hacer show. Otra cosa,
por favor madura!, si matas esa cucaracha con la chancleta, puedes volver a
usarla! (conozco a más de uno que corre a buscar otro zapato o chancleta que no
sea el que tiene puesto para no quedarse con la sangrecita de la víctima como
evidencia). También conozco a otro
personaje que se monta en la cama, se sube en las sillas y grita como nena
quinceañera: “mamiiiiii veeeeen”.
2. MIEDO A LAS CULEBRAS. No hablo
de las que se arrastran, hablo de las que no te dejan dormir y acaban con tus
quincenas. Los problemas de dinero no
desaparecen con facilidad, pero vivir con ellos no ayuda. Lo peor de una
preocupación financiera es que le permites que invada tu vida y te amargue día
y noche. Para enfrentar este miedo explota
los caprichos de tu mente y llena tu cerebro de una lista interna de tareas. Cada vez que haces algo para completar una de
ellas, tu cerebro se relaja! Estúpido
no?? Aprovéchate de esto y fija tus pensamientos en algo que puedas lograr. Aun
el simple hecho de revisar tus estados financieros y cuadrar tus deudas para
darte cuenta de las cosas te va a ayudar a tranquilizarte. Cualquier progreso
te va a liberar. Si lo analizas bien y estás tomando el camino correcto, tu
ánimo se elevará. Como recomendación
final: Si no tienes para pagar, NO TE ENDEUDES, vive tu realidad y sé feliz con
lo que tienes. (Si quieres estrenar, prueba a hacer intercambios de ropa y accesorios con tus amigas más cercanas. A mí me funciona de maravilla!!).
3. MIEDO A HABLAR CON TU
PAREJA. Ese momento difícil donde
escuchas “tenemos que hablar”.. tu
solo dices: “mieeeee y ahora qué???” Lo evitas tanto como puedes, pero
inevitablemente el momento llega y seguramente alguien terminará con el corazón
destrozado, sangrante y pisoteado en el suelo. Cuando llega ese "Tenemos
que hablar”, comienza una dura contienda que dará pie a un temblor de los que
desmoronan las relaciones. Te gastaste una plata que debías pagar, aceptaste un
trabajo en otra ciudad, o perdiste plata en el casino y necesitas confesarlo o,
simplemente te enamoraste de alguien más y no puedes con el cargo de conciencia.
El caso es que debes hablar y no tienes el valor. Existen Psicólogos que
sugieren que, tal vez, en realidad no necesitas valor... sino un pedazo de
papel en donde escribir toda la historia. Aun si decides soltar la bomba en
persona, escribir lo que sientes puede hacer que la charla sea un poco menos
difícil. Si te tomas el tiempo de preparar un discurso, serás más sereno,
cuidadoso y menos hiriente. Te invito a
practicar ante un espejo o en tu carro mientras manejas (esa es mi estrategia
diaria!!, afortunadamente la gente cree que voy cantando o hablando por
teléfono), te aseguro que te sentirás mejor ya que los que escribimos y/o
hablamos sobre nuestros sentimientos, experimentamos emociones menos dolorosas
(En lo personal me ha servido mucho para superar rupturas de todo tipo). CONFRONTA! No seas tan pendejo de enviarle
mensajes de texto o correos electrónicos.
Pero bueno, si no tienes los pantalones bien puestos y prefieres envíar
una nota o correo electrónico bien escrito, le darás la oportunidad de estar a
solas cuando lo reciba y asimile la información y hasta te puedes salvar de una
difícil escena, pero créeme: quedaras como el(la) hue$%# más grande de la faz
de la tierra.
4. MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO. Pasas al tablero y te da dolor de estomago;
vas a hablar en la junta directiva y te da mareo; caminas al podio y te
congelas. No estás en peligro, pero aún así estás aterrado!!. Este miedo está
arraigado en la necesidad de agradarle a los demás. En términos generales, el nerviosismo
demuestra que somos respetuosos de aquellos cuyas opiniones valoramos. El
problema es que, mientras te preocupas por la manera en que los demás te
perciben, te vuelves consciente de tu propia angustia y te angustias más. Pero
¿cómo recuperar el valor? De entrada, no hagas nada sin pensar. Formula un
plan. La confianza es un excelente escudo contra el miedo. Busca cosas que te llenen de confianza (a mi
me funciona una buena presentación personal, la pinta perfectamente combinada
con los accesorios, el perfume, el maquillaje adecuado para la ocasión) y luego,
debes pasar de la concentración en el tema principal a un asunto secundario,
incluso puedes contar chistes (dependiendo el escenario, ajustarás tus comentarios
graciosos por supuesto). Haz el
ejercicio de conocerte a ti mismo y aprende a comprar la ropa que mejor te
favorezca, así como comportarte de acuerdo a la ocasión. Haz de tu espejo el mejor aliado y practica
ante el y verás como poco a poco vas superando este temor.
5. MIEDO A CONFRONTAR UN PROBLEMA CON
UN COMPAÑERO EN EL TRABAJO. Para muchas
personas, el aspecto más atemorizante en la vida profesional es iniciar una
conversación desagradable con un colega, o reprender a un subordinado, hacer
retroceder a un compañero de tu misma jerarquía o hacer frente a un jefe
abusivo. Y créeme que no quieres ser el "pendejon de la oficina". Adicionalmente
está demostrado que los empleados que no pueden defender sus puntos de vista
corren mayor riesgo de perder sus trabajos.
Personalmente, para mí SI es un COMPLETO MAMERTO una persona que no
defienda de manera controlada y profesional sus puntos de vista en el ejercicio
de sus labores y hago lo posible por sacarlo de los colaboradores de mi plantilla
de personal (lo sé, tengo que trabajar en el tema de la tolerancia!!). Así que oblígate a hacerlo. Desarrolla una estrategia que los beneficie a
ambos. Pregúntate por qué han llegado a ese punto y qué es lo que
verdaderamente quisieras que el otro sujeto hiciera. Conocer los intereses más
importantes para tu contrincante hará que tu ansiedad pierda fuerza. No lo creerás, pero en ocasiones este
personaje termina convirtiéndose en un gran amigo. Lo digo por experiencia propia. Durante varios años aguante a una jefa
abusiva, que me hacia llorar con frecuencia, por lo que estuve a punto de
renunciar varias veces. Hoy en día y
después de sentarla en una oportunidad y con amor decirle todo lo que pensaba
de ella somos grandes amigas… y mira qué curioso, ella no había notado todo lo
que me hizo. Estaba más preocupada en
las presiones que tenía sobre ella que irradiaba eso a los demás, en especial a
mí.
6. MIEDO A ADMITIR LOS
ERRORES. Se te olvido hacer algo, Te
equivocaste, te dio flojera y no hiciste lo que debías hacer a tiempo y se convirtió
en un error que le cuesta dinero a la empresa en la que trabajas, volviste a
salir con la vieja que todos te decían que no era buena para ti y otra vez
estas sufriendo por amor... Pero por ahora solo tú lo sabes. ¿Deberías
confesarlo todo y aguantar las burlas o guardar silencio y soportar una lenta
agonía de incertidumbre? Lo que sientes es angustia, una "emoción por
anticipado". Es horrible. Te sientes miserable todo el tiempo y la cosa
solo se pone peor justamente porque estas esperando lo que te van a decir los demás".
Pero debes saber que, en el momento en que lo resuelvas, tu angustia se
convertirá en una "emoción por resultados", como vergüenza o
remordimiento. Estos sentimientos también son desagradables, pero con el paso
del tiempo se desvanecen. Lo mejor es que salgas de eso cuanto antes. Confiésalo y sigue con tu vida. Sin importar
lo duro del golpe, siempre logramos recuperar el equilibrio al paso del tiempo.
Te aseguro que casi nada resulta ser tan malo como temías. A veces cometemos
errores y después de tres semanas estamos como si nada. (Lo digo con
conocimiento de causa, como soy tan visceral, emocional y pensamiento hablado la
cag… con una alta frecuencia y por supuesto lo digo, le echo tierra y vamos
palante).
7. MIEDO A ENFRENTARTE A TU MALVADO
VECINO. Antes de echarle a la policía,
cosa que puede tensar la relación a futuro, dirígete a su casa con la intención
de hablar con él de manera civilizada. Tal
vez alguien en tu casa se encuentra un poco delicado de salud y necesita descansar,
o estás trabajando en un proyecto importante. Invita a tu vecino para que te
ayude a solucionar el problema, en vez de optar por una confrontación abierta.
Además, es la estrategia que trabajará con mayor seguridad. Establecer primero
una conexión con la otra persona deja la sensación de que te interesa su
opinión, y, lo mejor, es que los pone en una posición mucho más receptiva. Aprovecha para invitarlo a tomarse algo un día
de estos y establece relaciones duraderas con él. Nunca sabes cuándo lo necesitarás.
8. MIEDO A ENFRENTAR LO
DESCONOCIDO. Renunciaste o te renunciaron en el trabajo? Te dejó quien
considerabas el amor de tu vida? Tienes la llamada malparidez existencial
porque no le encuentras sentido a nada de lo que haces??.. amigo mío: Refúgiate
en el SEXO!! Este es el modo más poderoso que existe de conexión entre humanos,
y lo es porque libera oxitocina, una maravillosa hormona que te mantiene en un estado de calma,
risueño(a), radiante y físicamente mejorado.
Varios estudios han demostrado que los elevados niveles de oxitocina
reducen las sensaciones de dolor y miedo, por lo que apoyarte en los demás es
una gran alternativa. El contacto corporal y la liberación de hormonas te hará
sentir mejor y esto se explica con un dato: a menudo, los mayores desastres son
seguidos por un incremento en el índice de la natalidad. La respuesta es SEXO,
SEXO Y MAS SEXO! A tirar como conejos
para superar el miedo a lo desconocido!
9. MIEDO A PEDIR UN AUMENTO. ¿Dudas si lo mereces? Mucha gente tiende a
llevar con sus superiores una relación similar a la que puede sostener con sus
padres. No te sientes a hablar con tu jefe buscando aprobación o
reconocimiento. Mejor confía en la fría lógica de la economía. Recuérdale a tu
superior lo que has hecho por la compañía y pide algo a cambio. Saber que te
encuentras preparado para ello tranquilizará tus nervios, así como le hará
entender que lo que está en juego no es tu valor como ser humano.
10.
MIEDO
A VOLAR. La mayoría de personas tienen
miedo cuando viajan en avión. Mi papa se emborracha y con todo y pea igual
reza, sufre, suda y hasta vomita. Normalmente
los vuelos en avión son difíciles de soportar por motivos del viento y las
nubes, pero con la práctica todo se vuelve más sencillo. No es difícil dejarse
llevar por las vistas maravillosas y olvidarse de la altura. Solo se necesita
un poco de control sobre uno mismo. De esta manera se podrá tratar el vuelo
como algo agradable o incluso divertido. Así el tiempo del viaje de vuelo se
pasará más deprisa y antes de que uno se de cuenta, ya se habrá llegado al
destino.
Para
acabar con el miedo todo lo que tienes que hacer es APRENDER a manejarlo y a controlarlo. Alguna
vez leí que "La valentía no es ausencia de
miedo, sino el control del miedo con maestría". La tarea es lograr que el miedo se convierta
en emoción que te empuja a hacer las cosas en lugar de hacerlas a un lado.
Hasta la
próxima semana J
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